Los robots son comúnmente utilizados en
la manufactura de productos de alimentación, pero aún son poco frecuentes en el
campo abierto o en los invernaderos, contribuyendo en el ciclo productivo
agrícola. Sin embargo, la tecnología robótica aplicada al sector agrícola se
encuentra en un estado de desarrollo avanzado, con algunas realizaciones ya
plenamente comerciales y otras validadas a nivel de prototipo. La inminente
necesidad de aumentar la producción sin aumentar los recursos y minimizando el
impacto ambiental, demanda, tal vez de manera inexorable, dar el paso de la
mecanización a la automatización de la agricultura, en donde la robótica
agrícola tendrá un protagonismo destacado.
En la automatización de la agricultura
de precisión se incrementará la productividad agrícola, se reduce el trabajo
manual para tareas laboriosas y ayuda para hacer las explotaciones agrícolas
más sostenibles. Muchos agricultores modernos ya utilizan soluciones de alta
tecnología, por ejemplo, digitalmente controlado implementos agrícolas e
incluso vehículos aéreos no tripulados (drones).
La agricultura robotizada de precisión
no sólo promete aumentar los rendimientos por el crecimiento de la optimización
y los procesos de cosecha, sino también podrían conducir al uso de menores fertilizantes
y el de pesticidas y la mejora de la calidad del suelo a través de
intervenciones más específicas. Los robots también pueden recopilar datos
operacionales en una amplia base de dispositivos que funcionan con humanos. Sin
embargo, hay insuficientes avances genéricos en robótica de campo y necesidades
más concretas y prácticas de la comunidad agrícola moderna.
El principio fundamental de
funcionamiento de los robots en la agricultura se basa en el reconocimiento del
cultivo mediante imágenes que son procesadas y a su vez mandan órdenes precisas
en cuanto a las tareas a realizar con alguna planta del cultivo como seria:
aplicar fertilizante, riego, plaguicidas, realizar alguna recolección o
simplemente almacenar sus datos.
VENTAJAS DE LA ROBÓTICA EN AGRICULTURA
§
Aumento de la productividad agrícola.
Está claro que toda nueva tecnología orientada a la agricultura va a provocar
un aumento de la productividad por hectárea. Y la robótica jugará este papel.
Al automatizar tareas, realizarlas con precisión y sin descanso (salvo para
cargar las pilas), permitirá al agricultor atender otras gestiones o tareas
manuales de la explotación.
§
Menos mano de obra, pero más
profesionalizada. Estamos hablando de robots, componentes electrónicos y
engranajes, que necesitan un mantenimiento y una puesta a punto. Y para
solucionar esto hay dos caminos: nuevos puestos de trabajo encaminados a dar
ese soporte al agricultor; o una mayor profesionalización de esté, que deberá
aprender a reparar y “mandar” al robot a través de su software.
§
Automatizar la explotación. Aquellos
productos, por ejemplo, más sensibles a las horas de calor, podrán ser
recolectados en la madrugada dejando programado a estos “ayudantes”. Así como
poder recolectar en el óptimo momento de maduración, etc.
§
Ahorro de insumos. Los robots están
equipados con una multitud de sensores. Algunos han sido diseñados para
analizar posibles necesidades nutricionales, hídricas o enfermedades en los
cultivos, de forma precisa y parcelando el “daño”, lo que permitiría ajustar
las dosis de agroquímicos o riego utilizadas.
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